Una de las formas de combatir al covid-19 es realizar la mayor cantidad de pruebas posibles para detectar la enfermedad y aislar a los pacientes y a sus posibles contactos.
Hay dos tipos principales de pruebas que usan los países en medio de la pandemia: las pruebas serológicas -a los que algunos lugares llaman “pruebas rápidas”, pues ofrecen resultados en 10 minutos- y las pruebas moleculares, que tardan unas dos o tres horas.
También existen las pruebas de antígenos (proteínas) del virus SARS-CoV-2 (causante de la enfermedad), pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda su uso.
¿En qué consiste cada una, en qué se diferencian y qué información aportan?