Un estudio con casi 6.000 personas analiza que la grandísima mayoría siguen produciendo anticuerpos varios meses después de pasar el covid-19. Buenas noticias para la futura vacuna
Esta semana nos ha traído una peculiar guerra de manifiestos entre investigadores en epidemiología y salud pública. Por un lado, los detractores de los confinamientos han enarbolado la Declaración de Great Barrington, sugiriendo que lo más apropiado es proteger a los colectivos vulnerables y dejar que el resto de la población se infecte hasta alcanzar una inmunidad de grupo, un concepto discutido hasta la saciedad a lo largo de la pandemia, que como resultado acabaría protegiendo a ancianos y enfermos.
Por el otro lado está el Memorando de John Snow —en referencia al padre de la epidemiología moderna y autor del célebre mapa de un brote de cólera en el Londres decimonónico— que se opone a esa idea sobre la inmunidad grupal argumentando que se desconoce aún cuánto dura el efecto protector tras pasar el covid-19, también se desconoce la tasa de reinfección y por último, tampoco sabemos si quienes se exponen al virus acabarán padeciendo algún otro efecto secundario o tendrán más probabilidad de enfermar de otra cosa.
Lee la noticia completa: La inmunidad natural contra el virus es persistente. Al menos, durante 226 días | El Confidencial