A punto de cerrar el año, el Instituto de Salud Carlos III recoge el conocimiento adquirido sobre el SARS-CoV-2. El nuevo informe explica qué sabemos hoy del nuevo virus sobre epidemiología, diagnóstico, prevención, manifestaciones clínicas, factores de riesgo, posibles tratamientos y desarrollo de vacunas.
El primer caso conocido de infección por el nuevo coronavirus se notificó el pasado 31 de diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan. Desde las primeras investigaciones se observó que el posteriormente denominado SARS-CoV-2 es un virus similar a otros coronavirus ya conocidos, pero con características específicas.
El origen exacto del SARS-CoV-2 no se ha podido desvelar aún, aunque sí se sabe que la transmisión a las personas llegó desde un animal, quizás directamente desde un murciélago o mediante la infección de una especie intermedia, como ocurre en el SARS y el MERS.
Fue en enero cuando comenzaron a secuenciarse los primeros genomas del virus. En España, en el mes de marzo, científicos del Centro Nacional de Microbiología (CNM) realizaron la secuenciación completa, gracias al uso de muestras respiratorias de pacientes procedentes de diferentes áreas geográficas españolas.
A pesar de la nueva variante descrita en Reino Unido, hoy se sabe que el SAR-CoV-2 no muta en exceso. Pero dada su diseminación pandémica es necesario realizar una vigilancia estrecha de estas variantes, por si pueden alterar la evolución, extensión o gravedad de la pandemia
Al igual que todos los virus, el SARS-CoV-2 ha ido sufriendo pequeñas variaciones genéticas, algo que siempre sucede cuando los virus van generando copias de su genoma en el proceso de infección. Hoy se sabe que no muta en exceso, aunque dada su diseminación pandémica es necesario realizar una vigilancia estrecha de estas mutaciones y analizar si estas variantes pueden alterar la evolución, extensión o gravedad de la pandemia.
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Lee la noticia completa: Un informe resume la evidencia científica reunida en 2020 sobre el nuevo coronavirus | SINC